La Organización de las Naciones Unidas
Resumen
Al día siguiente de llegar a Nueva York, di una vuelta, en vapor, a la isla de Manhatan, el cogollo de la gran ciu dad, y la impresión que me produjo el edificio de la Or ganización de las Naciones Unidas (O. N. U.) fue el de una caja de cerillas de pie sobre otra echada. Ni arte ni estética, me pareció a mí. Y aunque yo no tenía mucho cariño a la O. N. U., pues los españoles tenemos muy poco que agra decerle, pronto empecé a hacer gestiones, con mis amigos, para poder ver el edificio y enterarme de su funcionamien to ordinario y de su utilidad no como un turista ordinario. Y así me pusieron en contacto con Mrs. Edwin Sullivan, De legado de las N. U., que se presto a acompañarnos y enseñárnoslo todo, y en día de sesión, que fué el 29 de agosto.