Liturgia vieja y nueva vividas en pacífica posesión y otras reflexiones sobre variaciones astrales y terrenales con crisis eclesiales superadas. Más dos intentos de versiones canónicas del latín al español

Autores/as

  • José Rodríguez Díez, OSA Autor/a

DOI:

https://doi.org/10.63628/cdra.v238i2.208

Palabras clave:

Liturgia, Iglesia Católica, Año Litúrgico, CrIC and CIC

Resumen

Una primera parte titular es respuesta a la petición de un doctorando de la universidad eclesiástica de San Dámaso de Madrid, que le exige un testimonio de alguien que haya vivido las dos liturgias precitadas. Una segunda parte se centra en el Año Litúrgico reflexionando sobre la conveniencia de identificarlo con el año civil de enero a diciembre y no de noviembre a octubre, fijando el eje central de Domingo de Resurrección en un domingo primaveral, no cambiable como está ocurriendo actualmente al depender del primer plenilunio de primavera, pero que puede oscilar cada año en una horquilla hasta quincenal y en consecuencia arrastra a otras fiestas del Señor en fechas distintas cada año, repercutiendo negativamente en variantes civiles, académicas, económicas y hasta climáticas. ¿Si la Iglesia, bien asesorada, presidió el paso del calendario juliano anticuado (incluso, incluyendo el año bisiesto cuatrienal) al calendario gregoriano, suprimiendo diez días en octubre de 1582 que sobraban por el desajuste del reloj astral (que se mueve con decimales) al reloj civil o terrenal (que funciona con horas enteras); y también la Iglesia terminó aceptando científicamente el sistema  copernicano del heliocentrismo abandonando el sistema tolemaico del geocentrismo imperante durante quince siglos, también puede adaptar el plenilunio lunal o lunario, por no decir lunático, que resulta ser una antigualla. Una tercera parte trata de una invitación a dos grandes editoriales españolas a traducir del latín al español el CrIC, fuente supletoria de dudas o lagunas codiciales.

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Publicado

2025-12-05